Saborea lo mejor de la gastronomía española en cada una de las Ciudades Patrimonio y descubre la diversidad de sus platos típicos y especialidades culinarias. Para abrir boca, prueba unas buenas papas arrugadas con mojo picón, una salsa típica de las islas Canarias o el excelente aceite de oliva virgen extra de Úbeda y Baeza, pilar de la dieta mediterránea.
Las construcciones y vestigios de tiempos remotos son el alma de las Ciudades Patrimonio, pero muchas de ellas también destacan por los espacios naturales que podrás encontrar dentro y fuera de sus recintos amurallados.
A un paso de Madrid, la ciudad natal de Cervantes esconde en su trazado todo un recorrido por la Historia de España.
El símbolo inequívoco de Ávila es su impresionante muralla medieval, una de las mejor conservadas del mundo.
La belleza de esta ciudad andaluza se intuye desde lejos, al observar su perfil perfectamente coronado por la torre de la Catedral.
Cualquier momento del año es bueno para visitar la ciudad monumental extremeña y su centro histórico medieval.
A medio camino entre Oriente y Occidente, en la Edad Media se convirtió en la principal metrópoli europea.
Esta villa fortificada se caracteriza por sus empinadas cuestas, así que lo mejor es comenzar la ruta en la zona del castillo.
Fue fundada por los cartagineses y ocupada, a lo largo de su historia, por sucesivas civilizaciones.
Viaja en el tiempo a una de las ciudades más florecientes del Imperio romano.
Adéntrate en una ciudad abierta y vibrante. Su vida gira en torno a la Universidad, una de las primeras que se crearon en España.
Te enamorarán sus calles peatonales, sus palacios y edificios religiosos y el relajado estilo de vida tinerfeño.
Según cuenta la leyenda, la aparición de los restos del apóstol Santiago originó la creación de Santiago de Compostela, capital de Galicia.
Además de su gran emblema, el imponente Acueducto romano, en Segovia podrás perderte por el laberíntico trazado del barrio judío.
La antigua Tarraco, atesora en sus calles algunos de los restos mejor conservados de la presencia de la antigua Roma en la península ibérica.
Te llamarán la atención sus calles estrechas y sinuosas, antaño ocupadas por mezquitas.
Rodeada por los valles de los ríos Guadalquivir y Guadalimar, esta ciudad andaluza atesora un impresionante conjunto monumental.