Arcos de la Frontera, considerada como una de las poblaciones más bellas de España. Se encuentra situado en lo alto de un cerro sobre el río Guadalete y la monumentalidad de su centro histórico merece un buen paseo por sus calles.
Destacando sobre el horizonte emerge la torre del Homenaje de Zahara de la Sierra. Las calles de esta pequeña localidad se transforman en un frondoso bosque hecho de ramas verdes en el día del Corpus Christi, una festividad que celebran desde hace más de cinco siglos.
Combarro es uno de esos municipios pesqueros tan pequeños como encantadores, con sus casas marineras y labriegas, sus hórreos (construcciones de piedra, destinadas a guardar y conservar los alimentos), sus cruceiros y sus miradores con preciosas vistas a la ría de Pontevedra.
En Llanes, los Cubos de la Memoria, colorida obra del artista vasco Agustín Ibarrola que funciona como rompeolas, te llamarán poderosamente la atención. El bello casco histórico, la senda costera y el estupendo campo de golf al borde del mar completan una oferta irresistible.
Pedraza es una de las poblaciones medievales más importantes y mejor conservadas de la provincia de Segovia. Acude a Pedraza a comienzos del mes de julio, cuando la noche se ilumina por la luz de miles de velas y se celebran conciertos de música clásica.
Adentrándose en Castilla-La Mancha, desde el horizonte se atisba el castillo de Sigüenza (Guadalajara), una imponente fortaleza reconvertida en Parador de Turismo. La villa también cuenta con una hermosa catedral de estilo gótico, en la que se encuentra el sepulcro del Doncel, obra maestra de la escultura funeraria.
Como antesala del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido se encuentra Torla, con sus calles empedradas y grandes casas señoriales de gruesos muros de piedra, entre las que destaca Casa Viu, declarada monumento histórico-artístico.
En pleno pirineo de Huesca (Aragón) se encuentran algunos de los pueblos medievales más bonitos de la región. Es el caso de Aínsa, preciosa villa amurallada de trazado medieval, con un impresionante castillo, una plaza mayor porticada y blasones de piedra en las fachadas de sus casas.
A su paso por Extremadura, la Vía de la Plata cruza lugares tan encantadores como Hervás, Casar de Cáceres, Plasencia y Zafra. Todos merecen una visita, pero la judería de Hervás, la catedral y muralla medieval de Plasencia y las plazas Chica y Grande de Zafra son imprescindibles.
La Vía de la Plata llega hasta Carmona (Sevilla), una de las ciudades más antiguas de toda Andalucía, con vestigios como la necrópolis romana situada a las afueras de la localidad. Hermosas iglesias, palacios y murallas forman el patrimonio histórico que alberga su casco histórico, dominado por la imponente imagen del Alcázar del Rey Don Pedro.
Altea es un lugar de postal. Enclavada en una colina, se caracteriza por su línea de costa repleta de pequeñas casas blancas y calles estrechas escalonadas que van a parar al mar. Su bello casco histórico cuenta con la iglesia parroquial de la Virgen del Consuelo, con sus dos cúpulas cubiertas de tejas de cerámica vidriada azules y blancas.
Más al sur, en el interior de la región de Murcia, se encuentra Caravaca de la Cruz, lugar de peregrinación para los cristianos por poseer una reliquia de la cruz en la que Jesucristo fue crucificado. Custodiada en la imponente Real basílica-santuario de la Vera Cruz, que domina desde lo alto la población, sale en procesión los primeros días del mes de mayo.
Hay lugares llenos de historia como Aranjuez, famosa por su palacio real de estilo renacentista y sus elegantes jardines. Por sus calles arboladas y avenidas espaciosas se encuentran importantes monumentos, como el Teatro Real, la Casa de Oficios y Caballeros, la iglesia de San Antonio o el Mercado de Abastos.
En Ciudad Real, Almagro destaca por su plaza rectangular, también con el verde como protagonista. Además de pasear por ella, visita su corral de comedias, teatro del siglo XVII en cuyo escenario se siguen representando, casi a diario, las obras de los autores clásicos del Siglo de Oro español.
La Palma te ofrece lugares pintorescos como el pueblo de Tazacorte, cuyo centro histórico está repleto de casas solariegas de los siglos XVI y XVII. Allí también tendrás la ocasión de visitar el único museo de Europa dedicado al plátano, el fruto más característico de las Islas Canarias, protagonista del paisaje de Tazacorte.
La Orotava, puerta de entrada al Parque Nacional del Teide, volcán inactivo cuya cima es la más alta de España. Este precioso municipio con tradiciones como la fiesta anual del Corpus Christi, en la que sus principales calles y plazas son tapizadas con alfombras hechas de flores.