Para conseguir al final el certificado que acreditará tu hazaña, la Compostela, necesitarás tu documentación personal y la credencial de peregrino: un documento similar a un pasaporte que te dará acceso a los albergues del Camino. En ellos y en parroquias, ayuntamientos e incluso bares autorizados podrás conseguir el sello que te acredite cada etapa.
El último sello, el de la Catedral de Santiago, lo conseguirás en la Oficina del Peregrino de Santiago de Compostela.
Ten en cuenta que para obtener la Compostela deberás acreditar un recorrido de al menos 100 kilómetros a pie o a caballo y de 200 en bicicleta. También es necesario haber hecho el Camino por motivos religiosos o espirituales.
Si tu razón ha sido otra, puedes solicitar en su lugar un certificado del peregrino.
En el Camino de Santiago te encontrarás con múltiples modalidades de alojamiento. Cada una te ofrecerá una experiencia diferente.
Para vivir la experiencia más auténtica de la ruta, hospédate en su amplia red de albergues. Los encontrarás de dos tipos. En los públicos, no tendrás que pagar o valdrá con que entregues un pequeño donativo. Existen otros albergues privados que son como pequeños hoteles.
Desde clásicos hoteles y hostales de todas las categorías, a balnearios donde el tiempo parece haberse detenido y modernos hoteles con spa donde podrás dedicar un tiempo a mimarte. En las casas rurales, que hallarás por todo el camino, recibirás un trato muy familiar.
Si quieres disfrutar de un contacto especial con la naturaleza, alójate en los campings del Camino. La mayoría se encuentran en las zonas verdes privilegiadas de las poblaciones que atravesarás. También los hay de diferentes categorías.
Vive el Camino y su historia alojándote en Paradores de Turismo. Son establecimientos singulares, situados en parajes naturales o históricos de gran belleza. Palacios, monasterios, conventos, castillos, palacios… Auténticos monumentos con todas las comodidades.